scob gana el concurso para transformar la Plaza Mayor de Palma
La propuesta ganadora, diseñada en colaboración con el estudio Barceló Balanzó, plantea una reforma integral que revitalizará este icónico espacio urbano, convirtiéndolo en una Ágora que fomentará nuevas actividades sociales y usos culturales.
La propuesta ganadora, diseñada en colaboración con el estudio Barceló Balanzó, plantea una reforma integral que revitalizará este icónico espacio urbano, convirtiéndolo en un ágora que fomentará nuevas actividades. El proyecto refuerza el tejido urbano, enriqueciendo la vida social y cultural de la ciudad.
Arquitectura es paisaje, paisaje es vida.
Somos scob
scob es un despacho de arquitectura y paisaje con sede en Barcelona. Nuestro trabajo nace del compromiso con las personas y con los lugares que habitamos.
Innovamos a partir de la relación y el entendimiento del otro, construyendo conjuntamente un lugar común donde arquitectura y paisaje se entrelazan sin distinción.
Desde la rehabilitación de edificios hasta el diseño de jardines, en scob trabajamos para aumentar el valor de cada proyecto que se nos confía: el valor comercial y comunicativo, pero también el ambiental, social y cultural. Y, con especial atención, el valor sentimental, porque la emoción es, al fin y al cabo, lo que nos hace sentir vivos.
En scob la arquitectura es paisaje, y el paisaje, vida.
En scob revitalizamos los hábitats donde intervenimos con empatía hacia los usuarios, el entorno físico y natural; también hacia la cultura, el sentimiento y la memoria colectiva. Innovamos desde la relación y el entendimiento del otro, para construir conjuntamente un lugar común donde la arquitectura y el paisaje se entrelazan sin distinción.
Trabajamos con la voluntad de influir de manera positiva en todos los lugares donde actuamos, siendo la empatía la herramienta transformadora clave en nuestras propuestas de innovación.

Procesos de identidad

Desde los discursos sobre la periferia, la ciudad genérica, la urbanalización, la gentrificación o el apocalipsis climático, las ciudades no han hecho más que recibir malas noticias.
Tomar conciencia de nuestras acciones y de su impacto en el entorno es un primer paso hacia una empatía positiva, una libertad responsable y un optimismo necesario.
La rehabilitación arquitectónica del edificio Aribau 195, en Barcelona, convierte la necesidad de renovación en una oportunidad de reconciliación.
La integración de su fachada en la trama urbana, junto con la incorporación de un jardín en el interior de manzana, contribuye a recuperar el espíritu original del Eixample barcelonés, asociado a valores que hoy resuenan más que nunca: integración, salud, prioridad para las personas y espacios verdes como elementos fundamentales del bienestar colectivo

La calidad de los espacios de trabajo y su valor diferencial influyen cada vez más en la captación y retención del talento de las empresas.
Los empleados, cansados de la uniformidad y la banalización provocadas por la globalización, buscan sentirse identificados con los espacios físicos que ocupan y con su experiencia única de carácter local.
La rehabilitación patrimonial de la Casa Pich i Pon, en Barcelona, como espacio de trabajo flexible para oficinas (LOOM), ha recuperado los valores esenciales del movimiento novecentista: razón, orden, serenidad, medida y claridad.
Las empresas que se han instalado aprecian esos valores hasta el punto de haberse convertido ellos mismos en embajadores culturales de su lugar de trabajo.

La rehabilitación de edificios se posiciona como uno de los agentes más relevantes en el camino hacia una transición ecológica, con el fin último de alcanzar los objetivos europeos de neutralidad climática para 2050.
Las intervenciones en los edificios Estruc 9 y Aribau 195, en Barcelona, acercan ese futuro a la actualidad, incidiendo en temas como la minimización de la huella de carbono, la movilidad sostenible, la reducción del consumo de energía, el aumento de la biodiversidad, la mejora de la calidad del aire, la importancia de la luz natural y el bienestar de las personas.
La rehabilitación de Aribau 195 ha conseguido las certificaciones LEED Platinum y WELL Gold, convirtiéndose en un referente de arquitectura sostenible para oficinas en Barcelona.

El Port Vell de Barcelona fue pionero en la reconversión de sus instalaciones industriales en espacios públicos y equipamientos para la ciudad.
Desde entonces, todas las grandes ciudades portuarias del mundo se han sumado a esta iniciativa, con el objetivo de mejorar las relaciones entre puerto y ciudad, y diversificar su aportación a la Economía Azul.
La propuesta para el Blue Tech Port, en las antiguas naves del muelle de Sant Bertran, y la reforma integral de la Marina Port Vell, ambas en el puerto de Barcelona, promueven la recuperación del patrimonio industrial, la identidad mediterránea de la ciudad, el avance científico y tecnológico, así como la innovación colaborativa vinculada a la arquitectura portuaria y la sostenibilidad litoral.

La prefabricación representa una gran oportunidad para reducir el impacto ambiental de la construcción, especialmente si consideramos que la envolvente de un edificio —tras la estructura— es la capa que más emisiones de CO₂ genera.
La scob lattice es el primer modelo de fachada prefabricada sostenible, desarrollado por SCOB, estudio de arquitectura y paisaje en Barcelona, y comercializado por Escofet, una de las empresas de referencia mundial en diseño urbano.
Su concepción es atemporal, neutra y adaptable, pero también sugerente, suave y luminosa. Estas cualidades hacen de la scob lattice un diseño versátil, capaz de albergar múltiples usos y de tener una vida útil que va más allá de su primer destino.

Por su clima templado, las regiones mediterráneas han dado origen a diversas culturas con un denominador común: la vida transcurrida entre el interior y el exterior. Esta particularidad ha definido a las sociedades mediterráneas como afables, alegres y saludables.
Los proyectos de la Marina del Port Vell, en Barcelona, y la Casa Cateura, en Menorca, rescatan esos valores —hoy más necesarios que nunca—, profundizando en la estrecha relación entre interior y exterior, entre arquitectura y paisaje mediterráneo, que define la esencia de la Mediterraneidad y del diseño sostenible en climas cálidos.

La Agenda 2030 destaca, en al menos cinco de sus diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la importancia de proteger el patrimonio cultural por sus beneficios en la educación, la identidad de las comunidades, el consumo responsable, la paz, la justicia y la cooperación.
Proyectos como las intervenciones paisajísticas en hoteles rurales como Terra Dominicata (Priorat) y Can Farrés (Montserrat) se han desarrollado con el máximo respeto por el entorno, la arquitectura local, el paisaje y las costumbres de los pueblos cercanos.
Los materiales, colores, texturas, vegetación y técnicas constructivas empleadas son herederas del lugar y de su patrimonio histórico y cultural. Un ejemplo de diseño de jardines para hoteles basado en la memoria y la ecología del territorio.

Los últimos avances en planificación ecológica urbana entienden los refugios climáticos como elementos dentro de un enfoque multifacético, a largo plazo y en red. Más que zonas de estasis, se consideran gradientes espaciales y temporales de persistencia ecológica: verdaderos "carriles lentos" que acompañan los procesos naturales en el paisaje urbano.
Las Islas Climáticas del Port Vell de Barcelona se articulan como una secuencia en la frontera difusa entre puerto y ciudad, inspiradas en la teoría ribbon of pearls: parches de valor ecológico que, conectados como stepping stones (Richard T. T. Forman), crean espacios de encuentro, descanso y recreo, al tiempo que refuerzan la conectividad ecológica y fomentan la biodiversidad urbana.

Los espacios públicos en el centro urbano están sometidos a fuertes presiones en todas direcciones: se busca privatizarlos y socializarlos, dinamizarlos y pacificarlos, humanizarlos, animalizarlos y reverdecerlos.
Las intervenciones en la plaza Urdanibia (Irún) y la plaza Mayor de Òdena responden a esta complejidad contemporánea desde el vacío y el silencio. Solo desde esa posición de neutralidad y apertura se crean las condiciones para que todos comprendan que todo está por hacer, y que todo es posible.

Muchas teorías urbanas ponen el foco en la ecología, los factores político-económicos o las industrias culturales. Pero otras corrientes defienden que las ciudades también se moldean a través de identidades colectivas, memorias compartidas, culturas de grupo e historias locales.
En este contexto, los nuevos skateparks: los Landskateparks representan una nueva tipología de espacio público contemporáneo. No son un juego, ni una zona deportiva; tampoco son solo una plaza o un parque: son todo eso a la vez.
Estos espacios híbridos, integrados en el paisaje social y urbano de las ciudades, han dado lugar a nuevas dinámicas sociales: inclusivas, espontáneas y enriquecedoras. Un nuevo modelo de skatepark en Barcelona, pensado desde la comunidad y la transformación urbana.

La lucha contra la sequía se ha convertido en una prioridad global, especialmente en regiones de clima mediterráneo. El agua de lluvia, cada vez más escasa, es un recurso valioso que no puede malgastarse.
Proyectos como el barrio de Riudaura en Playa de Aro (Girona), el parque de Can Tarrés en La Garriga (Barcelona), o el acceso al parque natural de la Garrotxa, llevan al límite el uso de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), como alternativa ecológica a las redes convencionales de alcantarillado.
Estas soluciones aprovechan hasta la última gota de agua para regenerar el subsuelo y dar soporte a hábitats urbanos resilientes, capaces de ofrecer servicios ecosistémicos esenciales a la población.

La salud de las personas, las plantas y los animales es interdependiente y está estrechamente ligada al estado de los ecosistemas urbanos y naturales en los que coexisten. Así define el CSIC el concepto contemporáneo de Salud Planetaria.
El proyecto para el parque de los Tres Turons, en Barcelona, no se basa en la transformación entendida como el paso de una forma a otra, sino en activar procesos de autoregeneración ecológica que mejoren la biodiversidad urbana y los servicios ecosistémicos.
El objetivo: crear un espacio de alto valor ambiental para el uso compartido entre humanos y no humanos. Un ejemplo de infraestructura verde metropolitana con vocación restaurativa.